La Fesimubo cumplió 20 años de historia. Esa que en su corta carrera, la cambió la vida a los trabajadores municipales
Si de celebraciones se trata, la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerense cumple 20 años de la organización de una conglomeración de gremios que fueron por un escalón de dignidad superior al que acarreaban históricamente. La Fesimubo había irrumpido la escena gremial y política de una manera estruendosa.
Por aquel entonces, la ley 11.757 pisaba y hundía los salarios municipales. Los congelaba y dejaba a merced de los intendentes, fuertes detractores de lo que estaba por suceder años posteriores. Rubén “Cholo” García, dirigente histórico de Avellaneda, observaba la señal SOS de los empleados distritales bonaerense y se calzaba el traje de salvador.
En aquel entonces, un 30 octubre de 2003 se reunieron en la Sociedad Italiana de la localidad de Carhué, donde todo comenzó. La política no reaccionaba y desde los gremios comenzaron a gestar la “épica municipal”. El ordenamiento del salario necesitaba una reestructuración. Necesitaba una negociación colectiva.
Fue así como con García dentro de la Cámara de Diputados se llevó al debate legislativo una ley de paritarias para los trabajadores municipales. Pero como anteriormente se mencionó, los intendentes fueron los grandes protagonistas de quitarle ese derecho a sus propios empleados.
El “cholo” salió del Parlamento para pelearla desde afuera, tomar impulso, y volver a la carga. En 2014, de la mano de Hernán Doval como diputado, hoy secretario general de la CTM, desempolvaron ese desquiciado borrador y volvió a ver la luz.
Con una movilización de alrededor de 5 mil municipales, la política y a intendentes fueron acorraladas. Ya el sol era demasiado grande que dos manos no podían opacarlo. Néstor Kirchner, ya fallecido por entonces, años antes había dado el visto bueno.
En noviembre de 2014, un boletín oficial de la Provincia de Buenos Aires anunciaba con gloria la promulgación de la ley 14.656. Allí, en ese escrito, le imprimía a los municipales la dignidad que buscaron durante toda la vida. Los barones, los nenes duros del conurbano, debían acatar lo que sucedía: que los municipales, por primera vez en la historia, tendrían paritarias libres.
En la actualidad, la Fesimubo continúa peleando por el cumplimiento de los distritos a la emblemática ley. Una ley que la Derecha intentó suspender en 2019, con María Eugenia Vidal a la cabeza y que solo es incorpora derechos a la vida de un sector que fue históricamente denostado por los diferentes gobiernos. Una historia que logró revertirse a causa de movilizaciones, negociaciones y gracias al movimiento obrero, ese al que se lo llama ante cada escenario electoral.