En los últimos días se retomó a buen ritmo la construcción del barrio que estaba paralizada desde hace varios años.
El 50 por ciento de las casas previstas están en manos de sus dueños y el resto habían quedado con distintos porcentajes de avances cuando dejaron de llegar los certificados de obra desde la Provincia de Buenos Aires.
A pesar de los viajes, de las gestiones y la presentación de distintas carpetas, no se podían conseguir los fondos. En cambio, en los últimos meses desde la Gobernación se dio el visto bueno para la continuidad y eso motivó que las familias que tienen adjudicada la vivienda sintieran una enorme felicidad.
Pasaron los meses y muchos creyeron que podría tratarse de una promesa como tantas otras habían tenido, pero en las últimas semanas comenzaron a llegar los anticipos financieros y el gremio comenzó a adquirir materiales mientras definía quienes llevarían adelante los trabajos.
Si bien desde hace unos días hay actividad en el barrio, el pasado lunes los adjudicatarios observaron la presencia de los albañiles y la presencia de varios camiones bajando materiales, lo que le dio un vigor especial y la sonrisa volvió a dibujarse en el rostro de quienes esperan para poder ir a vivir.
El propio Roberto Martínez Lastra, a través de un video que el gremio subió a las redes reconoció su «emoción» al ver la continuidad de los trabajos y adelantó que «para antes de fin de año esperamos entregar la mayor cantidad de casas posibles».
Eso sí, dejó en claro que todo estará supeditado a que «los certificados se paguen en tiempo y forma».
