Más de un mes de conflicto sindical y 15 días de paro. Reclamo de horas extra no pagadas. El intendente Martín Yeza denuncia «utilización política» a semanas de las generales.
En la recta final hacia el 22 de octubre, la campaña en Pinamar quedó envuelta en una fuerte turbulencia por el contrapunto entre el oficialismo, representado por el intendente PRO Martín Yeza, y el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), que entre otras cosas reclama una recomposición salarial tras la devaluación post-PASO que licuó los sueldos y el pago de horas extra y bonos de los últimos meses. El jefe comunal -que en este turno electoral decidió no competir y darle lugar a otro dirigente- se ampara en el artículo segundo del convenio colectivo de trabajo firmado en marzo y denuncia una utilización política en el medio del proselitismo de cara a las generales del mes próximo.
Con 35 días ininterrumpidos de conflicto, de los cuales los últimos 15 estuvieron atravesados por un paro total de actividades en numerosas dependencias, aún no se avizora una resolución. De hecho, la tensión escaló a tal punto que el jefe comunal decidió tercerizar algunos servicios municipales, como el de las motoniveladoras, el manejo del corralón y la limpieza de algunos parques. Este gasto, sostienen los municipales, termina siendo mayor con los privados.
De todos modos, el gobierno local prevé avanzar desde este viernes con los primeros descuentos de los días no trabajados en los 15 días de conflicto, que se suman a las horas extras y los bonos no pagados, que representan unos 20 millones de pesos en total. De concretarse, el STM advierte que replicará nuevas movilizaciones a la puerta de la Municipalidad como las de este miércoles, que incluyó columnas de empleados de otras seccionales, entre las que se contaron Villa Gesell, La Costa, Moreno, Morón y Avellaneda.
Si bien los trabajadores y trabajadoras viene reclamando aumentos salariales, intensificaron el pedido después de la devaluación que ordenó el Ministerio de Economía, Sergio Massa, a instancias del requerimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), que disparó todos los precios a niveles récord y licuó buena parte de los salarios en todo el país.
La municipalidad que dirige Yeza se aferra tanto a la contratación tercerizada para sostener los servicios públicos, sobre todo en la previa al inicio de la temporada de verano, como al acuerdo que firmó con los representantes sindicales el 27 de marzo pasado y que en su artículo segundo indica: “El presente convenio tendrá una duración de dos años contados a partir de la fecha de su entrada en vigencia, que queda determinada para el 22 de marzo de 2025. Vencido dicho término, regirá la ultra actividad que prevé el artículo 56 de la ley 14656”.
Yeza terminará en diciembre su segundo mandato consecutivo al frente de Pinamar y busca que lo suceda en el cargo el secretario de Turismo y Desarrollo Económico, Juan Ibarguren, que en las primarias de JxC se impuso de manera cómoda a un radical que fue colgado de la boleta de Horacio Rodríguez Larreta; ambos superaron por el uno por ciento a la suma de las listas que presentó Unión por la Patria (UP).
El oficialismo local atribuye la medida de fuerza a cuestiones electorales, que el sindicato rechaza de plano. Como sea, está previsto que el gobernador Axel Kicillof visite esta ciudad balnearia este viernes, por lo que no se descarta una mención al tema que ahonde aún más la grieta entre un sector y otro.
