Colón: Municipales denuncian persecución del intendente camporista Waldemar Giordano
El jefe comunal de La Cámpora fue denunciado por inflar la nómina de empleados municipales con militantes y por el estado de abandono de las calles y los hospitales locales. Mientras tanto, dedicó su tiempo a hostigar a dos delegadas que se negaron a votar por él.
En la ciudad de Colón, provincia de Buenos Aires, dos trabajadoras municipales, Paola Sosa y Verónica Obia, han denunciado sufrir acoso y amenazas sistemáticas por parte del intendente Waldemar Giordano, integrante de La Cámpora. Ambas se desempeñan como delegadas del gremio Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de La Plata (FeSiMuBo) y trabajan en el hogar de ancianos Carlos Steeb, perteneciente al hospital de la municipalidad de Colón. Las denuncias han destapado una situación alarmante que incluye hostigamiento laboral, propuestas ofensivas en negociaciones paritarias y un entorno de trabajo plagado de presiones.
Hostigamiento laboral y medidas extremas
Verónica Obia y Paola Sosa aseguran que la persecución comenzó cuando dejaron en claro que no apoyaban la gestión de Giordano ni compartían su alineamiento político con La Cámpora. «Nos hostigan porque saben que no votamos por él, que apostamos a un cambio y que no somos de La Cámpora», declaró Obia. Según las trabajadoras, en su lugar de trabajo se instalaron más de veinte cámaras de vigilancia, lo que perciben como una forma de control y presión adicional.
El hostigamiento no se limitó a la vigilancia. Las delegadas también denunciaron el accionar de una jefa asignada por la administración municipal que las hostigaba de forma constante, llegando incluso a agredirlas físicamente. «Nos pateaba el balde con agua en los pasillos. Finalmente, pudimos juntar firmas y lograr que se vaya del asilo», relataron.
Ofertas paritarias insultantes y amenazas veladas
Como delegadas gremiales, Sosa y Obia participaron de las negociaciones salariales con el intendente. En este contexto, denunciaron que Giordano ofreció un aumento del 1 por ciento a los empleados municipales, justificando que «no alcanza la plata» debido a la situación económica del municipio. Sin embargo, paralelamente, su gestión ha sido acusada de contratar a «amigos» de La Cámpora, según informan diversos medios locales.
Cuando las delegadas cuestionaron esta oferta, el intendente habría realizado una propuesta inaudita: despedir a 58 trabajadores municipales y redistribuir sus sueldos para mejorar la oferta. «Inmediatamente nos paramos de la mesa y nos retiramos, mientras nos decían que está bien que no tengamos un sueldo digno por haber votado a quien votamos», explicaron.
Amenazas directas y audios incriminatorios
La situación se agravó con amenazas directas hacia Obia y Sosa. «Hay audios del intendente pidiendo por mi cabeza. A nuestro jefe directamente le dice: ‘Quiero la cabeza de Verito Obia’. Hasta nos mandó a sacar las huellas del fichero. Estamos cansadas. Ya no sabemos qué hacer», denunció Obia.
El clima de presión se enmarca en una gestión municipal atravesada por denuncias de irregularidades, falta de transparencia y abandono de la ciudad. Diversos medios locales han informado sobre el colapso del hospital municipal, el estado de abandono de las calles, y la acumulación de basura, mientras la administración de Giordano enfrenta críticas por inflar la plantilla con militantes de su espacio político.
Un llamado urgente a la Justicia
Las trabajadoras exigen que se investigue y se actúe de forma urgente para detener esta situación que califican de insostenible. También hacen un llamado a los organismos de derechos humanos y sindicales para que intervengan y velen por la seguridad y los derechos de quienes enfrentan este tipo de violencia laboral y política. «Estamos agotadas, pero no vamos a dejar de luchar por nuestras condiciones de trabajo ni por la dignidad de los trabajadores municipales», concluyeron. (www.REALPOLITIK.com.ar)
