El Sindicato de Empleados Municipales de Luján (SEML) posee una seguidilla de irregularidades a lo largo de la historia. Comenzando con el desalojo del anterior secretario, Enrique Maguicha por la “extraña intervención” de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la provincia de Buenos Aires, cuyo referente es Oscar Ruggero.
Ruggero perdió su sindicato de base en Tres de Febrero en el 2019 y, cuando se habla de “extraña intervención” se explica que “Maguicha está relacionado a un seudo dirigente gremial” en referencia a Marcelo Espíndola, quien es el titular de uno de los gremios más fuertes que tenía la Federación contabilizando casi mil afiliados. El dirigente de Moreno además era parte de la conducción de dicha organización provincial, al igual que el designado interventor, José Luis Núñez, de Merlo.
Por ello, tras una investigación realizada por los periodistas de El Ciudadano de Luján, notifican que existen irregularidades que, contrastando con la información de Radio Más Vida, llegan a que el tesorero de la gestión de Maguicha era Gabriel Morales quien quedó a cargo del SEML luego de la intervención. También señalan que en un reportaje del 2019, Morales aseguró que “faltan unos siete millones de pesos del sindicato”.
Pero, el actual secretario general Gabriel Morales, es denunciado por muchos afiliados porque “el local de la calle Rivadavia está casi siempre cerrado y él utiliza el sindicato para beneficios personales. Se da una gran vida, sale siempre a comer afuera, pasea con su mujer por distintos lugares y se jacta de su buena vida, subiendo fotos en las redes sociales”.
Además, difundieron los montos que emite la Municipalidad de Luján al sindicato conducido por Morales de 250 mil pesos por algunos afiliados que le quedan en el gremio.
Pero, al indagar en las cuentas del sindicato se observó un modus operandi del sindicalista de cambiar los valores que entrega el municipio de Luján (operatoria que está prohibida por el estatuto del gremio) a un empresario de Moreno.
El empresario x (pidió que no se pusiese su nombre), confirmó las operaciones financieras pero detalló además, que en varias oportunidades le fueron rechazados cheques al cobro firmados por Gabriel Morales por no contar con fondos suficientes.
La matemática es exacta: si el SEML recibe pagos por un cuarto de millón de pesos, ¿porque no cuenta con saldo favorable de cheques entregados al financista de Moreno por solo 30 mil pesos?
El dirigente realiza una fase dos del modus operandi del estafador, ya que existe una denuncia realizada ante la comisaría de Luján fechada el 13 de mayo de este año, cuando a las 11.30 horas se presenta ante esa sede policial para “denunciar el extravío del Cheque de 259.568,31 pesos emitido por la Municipalidad de Luján”. Acto seguido Morales acude al Palacio Municipal para entregar la copia de la denuncia que fue recibida por el propio tesorero municipal Raúl Zucchi.
La serie de valores que canjeó “para vivir su buena vida”, incluye el de diciembre del 2019, terminación 2597 de 20 mil pesos; el del 10 de enero del 2020 terminación 2599 de 50 mil pesos, con el agravante que en este último figura el nombre completo del empresario.
También aparece en el listado otro valor entregado el 10 de enero por 30 mil pesos. La caja recaudatoria del sindicalista aumentó considerablemente ya que en enero del año pasado recibía pagos por 152.493 pesos de parte del gobierno municipal de Oscar Luciani y este año alcanza casi el doble, cuando a los trabajadores municipales nunca recibieron un 100 por ciento de aumento en un año.
¿Violencia de género?
Una de las personas consultadas sugirió que Morales intenta tapar con plata, viajes y cenas fastuosas un problema de relación que mantiene con su actual pareja.
El sindicalista reside en Moreno, viajando de ida y vuelta a Luján en el auto del gremio, con la nafta que pagan sus afiliados. Pero, esto no termina acá, sino que en el Juzgado de Familia N° 1 del Departamento Judicial Moreno – General Rodríguez una denuncia realizada por su mujer, Cecilia Sandra Restucci contra el gremialista por “golpes y amenazas”, caratulada como Violencia de Género y con N° de IPP 4795/20.
A esto se sumarían una serie de multas impagas por infracciones de tránsito realizadas durante sus excursiones sentimentales para tapar su violencia machista hacia su mujer.