A partir de la sentencia que dispuso el Juzgado Nº12 Civil y Comercial de Morón a través de la resolución judicial firmada por la doctora Mónica Liliana Preisz, determinó el remate de propiedades y embargo de cuentas federativas por el valor de 1.300.000 dólares y 85 millones de pesos.
«Bertinat conducía sin inscripción gremial, no tenía reconocimiento del Ministerio de Trabajo y hacía 20 años que operaba con el sello, nunca hizo un relevamiento, ni presentó un balance».
Los rumores aseguran que Bertinat le compró una vivienda a un hombre de Hurlingham, y nunca se la pagó. La operación la hizo con el membrete del sindicato; formaron parte de la acción comercial, él y el adjunto de la Federación.
Como resultado de ese suceso, la Justicia tomó cartas en el asunto y dispuso penalidades; el problema es que recaen sobre la estructura gremial, dado que se utilizó el sello de la misma. Motivo por el cual se lo acusa a Bertinat que «estafó la credibilidad y economía» de los sindicatos adheridos y por consecuencia de sus afiliados.
Estos datos no son menores, dado que «miles de trabajadores y trabajadoras municipales tendrán que pagar con su aporte una deuda ajena». En tanto, la polémica toma calor «por los «manejos espurios de Humberto Bertinat», y por lo que representa para la historia del movimiento obrero y la memoria de Gerónimo Manuel Izetta, quien fuera fundador de la Federación, en 1948.
Vale mencionar que, a la Federación que conduce Bertinat, hace pocos meses se le desafiliaron tres gremios grandes, Avellaneda, Berazategui y Lanus. Actualmente, la entidad se está desmembrando, cuenta con cuatro sindicatos del Conurbano y algunos del interior.
Por el momento, toma fuerza la desintegración de la Federación que conduce Bertinat debido a la deuda que deberán afrontar miles de trabajadores municipales, producto de las maniobras que hizo, en beneficio propio.