PolíticaYMedios habló con el dirigente que contó: «Estamos muy presentes en la educación de nuestros trabajadores, de los hijos. Entregamos útiles escolares, pero también, desde hace seis años, becamos a quienes quieren estudiar»

Hace ocho años, cuando Luciano Varela asumió la conducción del Sindicato de Trabajadores Municipales de Azul, aún estaba en vigencia la Ley 11.757 que flexibilizó al sector en la década del 90. Con 30 años de edad, fue el cambio generacional que suele reclamarse en el sindicalismo y la política. Le tocó continuar la lucha que, desde hacía 19 años, sostenían en la calle los municipales de la provincia y de la cual el STMA era parte activa.

“La Ley 11.757, fue una entrega total de nuestros dirigentes de aquel momento”, reflexionó Varela. Y agregó: “Ponía a los trabajadores en absoluta disponibilidad de los intendentes. Volvió la antigüedad al 1% y nos quitó un montón de derechos”.

Después de pasar por la represión y varios intentos fallidos de derogación, alumbró la Ley 14.656 de Relaciones Laborales y Negociación Colectiva de los Trabajadores Municipales de la Provincia de Buenos Aires. Una norma que le quitó poder a los intendentes y volvió a garantizar a los trabajadores municipales el derecho constitucional a la estabilidad laboral en el empleo público. Dejó de regir el nefasto concepto de disponibilidad mediante el cual el trabajador podía ser dejado cesante sin motivo, y volvió a garantizar el derecho de defensa a través del sumario y el debido proceso.

“Una pelea de casi 20 años con Rubén “Cholo” García, al frente de nuestra federación, que con la 14.656, nos dio la posibilidad a cada dirigente gremial, en su ciudad, de firmar un convenio colectivo de trabajo, algo que para nosotros era impensado, sentándonos a la mesa la misma cantidad de funcionarios y dirigentes gremiales. Gracias a esta posibilidad de negociación hoy el 85% de los trabajadores de la municipalidad de Azul están en planta permanente y solo hay un 15% de contratados”.

“Todos los años se realiza la junta de calificaciones y ascensos que es el único lugar en que se evalúa. Más de 250 trabajadores por año se re categorizan”, explica Varela que en abril asumirá su tercer mandato, a PolíticaYMedios.

El 4 de marzo del 2016 es recordado por todos los trabajadores municipales de Azul como uno de los más importante de la historia. La lucha por la Ley provincial se coronó con la firma del Convenio Colectivo entre Luciano “Chicho” Varela y el intendente Hernán Bertellys. Fueron 185 artículos, trabajados durante meses, que permitieron que hoy tengan estabilidad laboral más de 900 trabajadores y trabajadoras, que se logren aumentos salariales acordes a la inflación, que se obtenga la estabilidad laboral transcurridos 12 meses de contrato, que 1500 empleados fueran re categorizados y que se terminara con los contratos a destajos, entre otros logros. “Como es un convenio coherente lo más significativo es que este convenio se cumple”, remarcó Varela.

En febrero, en paritarias, el STMA logró un acuerdo salarial del 36,2% para el primer semestre, con reapertura de las paritarias en julio.

La conquista de un salario digno, principal razón de ser del gremialismo, no significa dejar de lado otros derechos que hacen el bienestar integral de las personas.

“Los principales ejes de nuestra gestión son los de ser ampliamente inclusivos, ver a los trabajadores de manera integral. El trabajador tiene que conquistar y recuperar derechos laborales –como hicimos en estos años- pero también hay que atender las cuestiones sociales y familiares que hay que resolver siempre que uno puede. Estamos muy presentes en la educación de nuestros trabajadores, de los hijos. Entregamos útiles escolares, pero también, desde hace seis años, becamos a quienes quieren estudiar. El año pasado entregamos 100 becas para terminar estudios o para comenzarlos”, enumeró Varela.

“Tenemos nuestra propia colonia, en nuestro propio complejo, para las niñas y niños de los afiliados con dos piletas de natación y antes del comienzo de las clases entregamos un millón de pesos en útiles escolares con mochilas incluidas, priorizando la mano de obra y la compra en negocios de Azul”, enfatizó.

Atentos a la situación por la que puedan estar pasando alguna trabajadora, el gremio logró que el ejecutivo otorgue licencia por violencia de género, que se suma a otras licencias necesarias cuando se presentan problemas que hay que resolver fuera del ámbito laboral.

La firma del convenio colectivo no puso un límite a las reivindicaciones. Por el contrario, activó la posibilidad de pensar y actuar buscando nuevas conquistas.

“Nos habían quedado por fuera del convenio la carrera hospitalaria y el estatuto docente”. Estaban en vigencia ordenanzas de la gestión del intendente Omar Duclós, que traían perjuicios para los trabajadores y ningún beneficio. Sentimos que teníamos que ir por una nueva normativa, la escribimos, y hoy tenemos una ordenanza para la carrera hospitalaria que es ejemplo para otros municipios”. En cuanto a los docentes, Varela explica “logramos el tercer estatuto docente en la provincia, equiparando a los docentes municipales con los provinciales”.

Se logró que se creara la categoría de inspector para los agentes de tránsito, y el STMA es parte de la mesa para la atención de los caminos rurales, dando voz y voto a quienes tienen que manejar las máquinas viales en un ámbito de discusión en el que participan diecinueve instituciones relacionadas con la producción agrícola y ganadera.

En cuanto a la relación con el gobierno municipal, Lucio Varela reconoce que “A pesar de ser ambigua” les favorece ser “un gremio dialoguista”.
“Lo fundamental es ir al diálogo con soluciones y propuestas y tener alternativas ante una respuesta no esperada. Esto no quita que fuéramos duros y contundentes cuando fue necesario y el diálogo ya no daba para más. Hoy la relación es buena, el ejecutivo respeta a los trabajadores y la bandera que tenemos en la provincia es que, más allá del color político, intendente que respete a los trabajadores será respetado por nosotros”, dijo.

“Por el momento tenemos una relación de diálogo bastante fluida con el ejecutivo”- puntualizó- “Los trabajadores municipales siempre han sido la moneda de ajuste de cualquier municipalidad, sean del color político que sean”. “Son pocos los municipios en que los trabajadores están como deben estar. Se recuperó terreno con la Ley, antes los intendentes eran caudillos, eran patrones de estancia, esto ya no pasa, pero los trabajadores municipales siguen sin estar valorados”, aseguró.

“Un ejemplo fue lo que sucedió durante la pandemia. En los hospitales públicos te atendían empleados municipales sin vacaciones, en algunos lugares sin herramientas, y muchos quedaron en el camino. En Azul, en los últimos años esta situación cambió. Los trabajadores lograron equiparar el poder con el del intendente, que hace unos años atrás era un poder absoluto, y han ganado en estabilidad ya que el contrato los tenía sometido a hacer o no hacer lo que el intendente les pedía y de eso dependía su continuidad laboral”.

“Cuando en un municipio como el de Azul, un 85% de los trabajadores están en planta permanente, eso quiere decir que tienen independencia, que pueden manifestarse, que pueden pensar, que pueden hablar, que cobran la antigüedad, que cada tres años pueden ser re categorizados, que se pueden capacitar” –afirma Varela- “Los trabajadores municipales de Azul están en plena conquista de sus derechos, subiendo a través del gremio cada día un escalón más, con ansias de seguir mejorando aún en un contexto de alta inflación”.

En obras, el STMA logró en estos ocho años, comprar, remodelar y acondicionar su sede propia, con sala de capacitación incluida, en Malere 564 ; construir un complejo deportivo y social con piletas, canchas para la práctica de diferentes deportes, vestuarios y fogones sobre ruta 51. En febrero se sumó un salón para fiestas totalmente equipado para cien personas. Espacios que son para el disfrute de la familia municipal pero que están abiertos a la comunidad azuleña a la que pertenecen los trabajadores.

Soñando y trabajando para alcanzar esos sueños hasta transformarlos en realidad, en la charla con PolíticaYMedios, “Chicho”, anticipa que en su próximo periodo de gestión querría poder concretar para los hijos de sus afiliados el jardín maternal. Seguir la lucha para que los trabajadores de la salud de los hospitales locales puedan ser reconocidos por el decreto del gobernador Axel Kicillof, de “cansancio prematuro”, para que puedan jubilarse antes, para lo cual ya presentaron el pedido de adhesión en el concejo Deliberante. Actualizar la escala salarial del municipio de Azul, que es muy antigua; y –se entusiasma- “el municipio de Azul tiene 1800 empleados de los cuales 1100 nos eligieron a nosotros. En Azul hay dos gremios más que no son elegidos porque no están pensando en los trabajadores, están en otra sintonía. Sus beneficios son propios para las conducciones a tal punto que votaron en contra el convenio colectivo”.

“Nosotros vamos a asumir en abril con una conducción que creció en representatividad porque pasamos los 1000 afiliados. Con 90 miembros de comisión directiva y cincuenta delegados que caminan las áreas todos los días, los trabajadores del primero al último pueden tener la seguridad de ser escuchados y que podrán traer su reclamo”, contó.

Como “El Eternauta” de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, Luciano Varela piensa que el gran triunfo será colectivo: “La tranquilidad es saber que los trabajadores que nos eligen se sientan representados y resguardados por sus pares que llevan adelante la conducción”. Al decir de Juan Salvo: “El único héroe valido, es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo”. Quizás solo en eso radica el secreto del crecimiento de las organizaciones, dejar de pensar en uno para pensar en todos.

 

Fuente:https://politicaymedios.com.ar/nota/18923/entrevista-a-luciano-chicho-varela-secretario-general-del-sindicato-de-trabajadores-municipales-de-azul/?fbclid=IwAR3Gw8FIiPkapi0u-sQw34hzR1_jgFMo15ZUYngkNSXFShST_osVs7kqGYs