La reconocida profesora recordó medidas tomadas para combatir la viruela y el sarampión a principios del siglo XX. No obstante, afirmó estar segura de nunca haberse vivido a nivel local y nacional una situación como la que hoy se sufre.
Entre los nombres destacados y que son garantía de veracidad en lo que a datos históricos se refiere, sin dudas aparece el de la reconocida profesora Haydeé Merino quien ha dedicado buena parte de su vida no sólo a la enseñanza de esta materia en diversos establecimientos educativos sino también a la investigación.
Consultada por La Opinión sobre esta misma temática, la ex directora de Cultura municipal contó que “en aquellos tiempos, la viruela era un azote importante”. “Entraba en una casa y diezmaba a todo el hogar. Por esa razón, la intendencia municipal a principios del siglo anterior tomó medidas a través de las cuales obligaba a los padres a vacunar a sus hijos. No solamente les cobraba multas a quienes no lo hicieran, sino que obligaba a cumplir con ese requisito. Si la familia no podía pagar el servicio con dinero, podía pagarlo con trabajo”, marca, añadiendo: “Y luego la Municipalidad publicaba los nombres de los chicos que se vacunaban en el diario y citaba a los padres que no iban a vacunarse. Están los nombres de los chicos que se vacunaban en las ediciones de aquella época. La exigencia era muy grande por parte de la Municipalidad para obligar a los chicos a vacunarse. Eso está publicado en los diarios. Son chicos que hasta uno se da cuenta de que pertenecían a una misma familia porque compartían el mismo apellido”.
n Prevención
Merino señala que “en esos tiempos la viruela y el sarampión eran enfermedades que requerían de medidas de prevención muy importantes”. “Desde Trenque Lauquen se seguían mucho las noticias de los pueblos de alrededor, de lo que ocurría en Carlos Casares, en 9 de Julio, en Junín, entre otros. Se recibían los diarios y se sabía los estragos que hacían en otros lugares y el diario destacaba las medidas que tomaba cada Municipalidad obligando a los padres a vacunar a los chicos para que acá no sea tan importante la mortalidad. Eran enfermedades que generaban muchos problemas, familias a las que se le morían dos o tres de sus integrantes en un día”, dijo antes de señalar que “la Municipalidad local, en ese sentido, estuvo muy alerta. Los médicos y autoridades municipales tuvieron siempre muy en cuenta el aspecto sanitario”.
La historiadora señaló que este tipo de medidas fueron tomadas en los años 1899, 1900 y 1901.
En este sentido, agregó: “Había una exigencia muy grande por parte de la comunidad para que los padres cumplieran esa orden de vacunar a sus hijos. Porque en una localidad chica no había los recursos ni llegaban los medicamentos como para atender debidamente a aquellos que podían enfermarse. Y si en una casa humilde caía la viruela, del más grande al más chico se podían ver perjudicados”.
n Poliomielitis
De la misma manera, tiempo después, el mal de la poliomielitis también incentivó a buena parte de la comunidad a unirse para cuidar la salud de sus conciudadanos. “En 1952 se realizó una campaña solidaria en la ciudad para la compra de un respirador artificial el cual estuvo en exhibición. Fue una peste a nivel nacional a través de la cual se creó el Hospital María Ferrer de Buenos Aires, pionero en la asistencia respiratoria mecánica”, recuerda la profesora.
Por último, y consultada sobre si en algún momento de la historia local, Trenque Lauquen vivió algo similar como lo que se da hoy, Merino no duda en afirmar: “Es la primera vez que me toca pasarlo. No tengo memoria de haber pasado algo como esto”.