El titular del IOMA, Homero Giles, asegura que la asistencia financiera a clínicas privadas es “para garantizar prestación de camas, porque el Estado, los hospitales públicos, no pueden absorber esa carga si llegasen a cerrar clínicas cuando nos acercamos al pico del pandemia de coronavirus”. Giles destaca que la ayuda estará condicionada al cumplimiento de determinadas obligaciones.
Entre ellas, la de “reportar al sistema de monitoreo de camas del Ministerio de Salud” y avisar ante la aparición de un nuevo caso de COVID-19. Además, las instituciones privadas “no pueden rechazar a afiliados del IOMA”. En cuanto al personal, el titular de la obra social bonaerense asegura que “no realizarán despidos, con lo cual cumplimos con uno de los objetivos, que es cuidar el empleo en el sector”.
En lo que respecta a la estatización de sanatorios y clínicas privadas, el funcionario explica que “salvo el año pasado, IOMA ha tenido siempre superávit financiero, y una entidad de salud no tiene por qué tenerlo, no debe sobrarle dinero con tantos problemas que tiene. Una vez saldado eso, que todos reciban la prestación que merecen, nos pondríamos en la cabeza la administración de algún efector propio, que nos parece fundamental para poder garantizar algo de exclusividad a los afiliados, teniendo obras sociales más chicas que tienen hospitales propios”.
Con relación a la idea de establecer un sistema de cápitas, el titular de la obra social sostiene que “IOMA tiene la potestad de elegir el modelo, para que el afiliado, cuando tenga un problema de salud, cuente con un sistema que funcione; porque va saltando de un lado para el otro, como si fuese un malabarista, saltando obstáculos”.
“Inglaterra, que es un país capitalista, tiene desde hace más de 70 años el mejor sistema de salud del mundo; basado en la atención primaria, el pago por resultados, y donde los principales actores son los médicos de cabecera. Libre elección tiene, por ejemplo, Estados Unidos, y ahí tenés los resultados: un país con 300 millones de habitantes, de los cuales 50 millones están afuera del sistema de salud”, añade.
Al respecto pide “ser más serios, porque los mismos médicos dicen que tienen que atender a un paciente cada 15 minutos porque no les rinde. Y uno va a un médico, te manda a hacer algo, después no te gusta ese médico y vas a otro, y a otro. El tema no es económico, porque si tenemos que invertir y pagar más a los médicos, lo hacemos; el problema es que se tergiversa el sistema y se va hacia la patologización del paciente, de medicalización, con un sistema que no funciona”.