La oposición pidió que laburantes del Estado puedan traspasar sus aportes a prepagas. El riesgo de desfinanciar la obra social IOMA, las dudas de los gremios y un poco de historia para entender de qué se trata la «libre opción» que proponen en Juntos.
Juntos por el Cambio puso en marcha un plan para desprestigiar la obra social IOMA y lograr que miles de trabajadores municipales, docentes y estatales tengan la llamada «libertad de opción».
Varios intendentes de la Provincia de Buenos Aires decidieron romper el convenio con IOMA y dejar que el personal municipal elija otra obra social o, de manera indirecta, una prepaga. El tema en agenda fue instalado por los municipios de Capitán Sarmiento y San Nicolás, pero rápidamente, referentes de la oposición lo extendieron a otros municipios.
La decisión de algunos municipios PRO tomó vuelo nacional y varios referentes del PRO se referenciaron al tema como Mauricio Macri: «Los felicito, se tienen que caer todas las vacas sagradas. Hora de terminar con todos los sistemas ineficientes, corporativos y mafiosos”, dijo Macri, tras la decisión de Javier Iguacel (Capitán Sarmiento) y Manuel Passaglia (San Nicolás).
Asimismo, la ola amarilla contra IOMA llegó a otros puntos de la provincia donde Juntos no gobierna. En Luján, Rita Sallaberry presentó un proyecto en el Concejo Deliberante para que el personal municipal pueda traspasar sus aportes a otras obras sociales. «Ningún empleado debería ser cautivo de IOMA, ni de ninguna obra social que no cumple», manifestó Sallaberry en sus redes sociales.
Los sindicatos municipales de Luján no tienen una postura firme al respecto. Hay quienes resaltan la respuesta de IOMA y quienes sostienen que la obra social no da respuestas y ven con buenos ojos que laburantes puedan pasarse a otra obra social o prepaga.
A nivel provincial, las posturas sobre IOMA son más contundentes. El secretario de Negociación Colectiva de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO), Gustavo Seva, consideró que «los intendentes de Juntos por el Cambio buscan romper el sistema solidario del IOMA».
Asimismo, Vanina Rodríguez, secretaria adjunta de ATE provincia de Buenos Aires, remarcó: “Desde el sindicato vemos con suma preocupación la actitud que están llevando adelante los intendentes de Juntos por el Cambio en relación al IOMA que representa una embestida de las políticas neoliberales”. La postura de Juntos poco tiene que ver con darle una respuesta al afiliado de IOMA sino más bien entregar una gran cantidad de trabajadores al mercado de las prepagas.
Atrás quedaron las movilizaciones de los sindicatos docentes, estatales y municipales cuando denunciaron el vaciamiento a la obra social durante la gestión de María Eugenia Vidal en la Provincia. En 2018, una nutrida movilización visibilizó el intento de trasladar la obra social al edificio del Registro Civil con el objetivo de ahorrarse el alquiler. En aquella oportunidad también se señaló el desfinanciamiento que la obra social sufría.
El descreme de las obras sociales
Durante el proceso neoliberal que vivió Argentina en los años 90, las obras sociales sufrieron una desregulación denominada «descreme». La clave del proceso fue el Decreto N°9 de 1993, que posibilitó que los asalariados puedan trasladar los aportes de obra social más allá de la rama de su actividad.
La desregulación se concretó en 1997 cuando se habilitaron los convenios con empresas de medicina, más conocidas como prepagas. Las prepagas abrieron camino y captaron parte de los aportes de los trabajadores a través de convenios con obras sociales pequeñas. Solo algunas obras sociales resistieron a la «libre opción» como IOMA.
La «libre opción» terminó siendo solo una posibilidad de los sectores más pudientes de los trabajadores. Así, aquellos trabajadores de ingresos más altos optaron por los servicios de la medicina privada, en perjuicio de aquellos que menos ingresos perciben. Cientos de obras sociales sufrieron el proceso de desfinanciamiento.
Experiencias de la libre opción
No es la primera vez que se busca impulsar la «libre opción» en las obras sociales gremiales. La mayoría lo sufrieron durante los años 90, mientras que otras tienen experiencias más recientes.
Un caso es el de DASMI, la obra social de docentes y no docentes de la Universidad Nacional de Luján, que durante el último tiempo sufrió la salida de afiliados, quienes optaron por prepagas.
Una resolución del Consejo Superior habilitó «la libre opción» para traspasarse de obra social, lo que generó una migración de afiliados y el vaciamiento de la misma. La resolución rompió con el principio de solidaridad que rige a las obras sociales, así trabajadores docentes y no docentes con mayores ingresos pueden mudar sus aportes a otras opciones dejando a laburantes con menor ingreso con una obra social desfinanciada y, por lo tanto, con menores prestaciones.
«Este tipo de medidas rompe con el sistema de solidaridad que rige en todas las obras sociales y que tiene rango constitucional. En nuestro caso, la resolución del Consejo Superior se hace sin un marco nacional que lo regule. De esta forma, los trabajadores que se van de DASMI quedan a merced de las condiciones que le impongan las prepagas y otras obras sociales», sostuvo Andrés Duhour, secretario General de ADUNLu.
Al tiempo agregó: «Nosotros seguimos luchando contra revertir esta decisión. La libre opción produce una fuga de afiliados y el desfinanciamiento de la obra social».
Las deficiencias de las prepagas
El relato sobre sistemas ineficientes suele caer en donde el Estado cumple un rol fundamental. En el ámbito de lo privado no suele haber el mismo análisis. A pesar de que las prestaciones que ofrecen los privados es cada vez menor, en 2022 las prepagas tuvieron una suba acumulada del 113,8% en los doce meses, un número que supera la inflación que rondo el 95%.
Además, en el pago chico, una de las emblemas de las prepagas como OSDE tuvo graves inconvenientes con la prestación de servicios de salud. Desde fines del 2020, quedó sin vigencia el contrato entre la Asociación Médica de Luján (AML) y OSDE ante un conflicto por los aranceles de los profesionales. En ese sentido, los médicos nucleados en la asociación dejaron de prestar servicio para la prepaga.