En el persistente escenario de desafíos económicos que atraviesa Argentina, el Ministro de Economía y figura preeminente de la coalición Unión por la Patria, Sergio Massa consideró que el grupo de trabajadores municipales es «uno de los más golpeados» en términos salariales. Massa, quien también se perfiló como precandidato presidencial, puso de relieve la urgente necesidad de restaurar los ingresos de este sector y trazar una senda sólida hacia la recuperación económica.
Haciendo una introspección profunda en la situación salarial del país y el preocupante declive en el poder adquisitivo de diversos segmentos de la sociedad, Massa planteó un análisis crítico. El candidato enfatizó cómo la falta de acumulación de reservas y una economía que no sostiene un equilibrio en sus transacciones comerciales han conducido a una constante depreciación de la moneda local. El efecto inmediato de esta situación se traduce en la pérdida de valor real de los ingresos de los trabajadores.
En la búsqueda de cifras precisas que respalden su argumento, Massa señaló que durante el periodo 2015-2019, los trabajadores experimentaron un desalentador declive del 19% en su participación en los ingresos reales. La crisis pandémica, si bien resultó en un aminoramiento de los despidos en Argentina en comparación con otras naciones, también conllevó una disminución adicional de cuatro puntos en la participación de los trabajadores en la masa de ingresos. Esto, por supuesto, dejó escaso margen para mejoras salariales en un momento en que se priorizaba la conservación del empleo.
Massa también vertió luz sobre un fenómeno más reciente: en el intervalo entre mediados de 2021 y mediados de 2022, las empresas experimentaron un aumento significativo en su rentabilidad, superando ampliamente las ganancias de los trabajadores. Este desequilibrio económico, resaltó Massa, implica que, a pesar de una modesta recuperación de tres puntos en los últimos 10 meses, aún queda un arduo camino por recorrer.
La situación de los trabajadores municipales emergió como un punto crucial en el discurso de Massa. Reconociendo que este problema abarca diversas administraciones y colores políticos, Massa denunció la difícil realidad de este grupo laboral, cuyos salarios se encuentran por debajo del promedio de la evolución salarial general. Equiparó esta situación con la que atravesaron los docentes antes de la implementación de la paritaria nacional.
Abordando otros desafíos económicos, Massa puso el foco en la crisis de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la sequía. Con una mirada crítica, subrayó cómo la gestión anterior buscó financiamiento externo para solventar la sequía del 2018, pero desvió los recursos hacia actividades especulativas en lugar de fomentar la inversión productiva.
Por otro lado, Massa manifestó la necesidad de preservar las reservas de dólares para garantizar el funcionamiento estable de la economía. En el ámbito público, delineó una ambiciosa meta de recuperación de tres puntos adicionales en los ingresos reales.
Finalmente, Massa abordó la delicada cuestión de la suma fija y su impacto en los salarios. En medio de negociaciones con la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y la Confederación General del Trabajo (CGT), Massa defendió la búsqueda de mecanismos que impulsen el ingreso de los trabajadores, mientras respeta las paritarias como instrumento de diálogo y negociación.
