Un grupo de dirigentes municipales llamaron a cumplir con la ley de paritarias en la provincia de Buenos Aires. Pero un dato llamativo los coloca en un lugar cuanto menos polémico.
Hace algunos días, una organización de sindicatos municipales que se nuclean en la Provincia de Buenos Aires realizaron en Hurlingham un acto de asunción de autoridades en las que celebraron que el Ministerio de Trabajo presione a la política distrital para cumplir con la ley 14.656, inherente a la negociación colectiva en el ámbito municipal.
Existe un dato curioso que llamó la atención de propios y extraños y fue que en medio del acto que coronaba a Humberto Bertinat como representante de la FSTMPBA, se pregonó luchar y presionar a la política por el cumplimiento de la ley.
¿El dato llamativo?
En noviembre de 2014, la federación mayoritaria de sindicatos municipales bonaerenses –Fesimubo– que encabeza Rubén Cholo García fue la que consiguió la promulgación de la ley, inclusive con un diputado de extracción sindical y municipal propio (Hernán Doval). Hasta ahí, todo normal. Sería lógico que los sindicatos apoyen que los empleados municipales gocen de paritarias.
Pero en mayo de 2015, por entonces Ruggiero como secretario general y Bertinat en las Adjunta se presentaron ante la Justicia para plantear la ¡inconstitucionalidad de la ley 14.656! La misma que le daría la posibilidad a cada uno de sus afiliados a gozar de negociaciones salariales permanentes y estabilidad laboral. Fue a través de un recurso de amparo en la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
El 22 de diciembre del mismo año, la SCJ se expidió con una particularidad (y van…), que fue la que en ningún caso, algún intendente –de los 135 que existen en la PBA– presentó recurso alguno para impedir el avance de la ley, ley que venía a colocar en jaque su total dominio sobre los salarios municipales, y sí lo hicieron quienes se verían beneficiados por la misma, que son los propios trabajadores.
He aquí la reacción de muchos quienes enfrentaron, por ejemplo a María Eugenia Vidal, por entonces gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, cuando en 2015, un mes tras su asunción, porque intentó suspender la norma, algo parecido a lo que había intentado Bertinat y Oscar Ruggiero, quien es uno de los cabezas de esa federación.
Parece hasta un hecho de carácter gracioso que quienes buscaron anular la norma, hoy sean quienes griten por su efectivo cumplimiento.
